The Strongest perdió la oportunidad de alejarse más en la punta de la tabla de posiciones del torneo Apertura 2015-16 tras caer ayer ante Wilstermann por 1-2. El Tigre perdió su invicto y ahora su cómoda diferencia en la punta peligra.
Wilstermann no fue un presa fácil para el Tigre, por algo está invicto, fue efectivo en los ataques que generó, algo que le faltó al cuadro que es dirigido por el paraguayo Pablo Caballero.
Es que este Tigre fue menos aguerrido que el de anteriores presentaciones, le faltó más orden en los ataques que generó y pecó en dejarse llevar por la desesperación.
Apenas comenzó el cotejo cuando ya hubo una llamada de atención de los atigrado, quienes primero estudiaron al rival, tuvo la pelota por varios minutos, pero que después chocaron con la reacción del rival que hizo lo suyo y le comenzó a complicar.
El primer gol del partido fue convertido mediante la vía del penal, el jugador Omar Morales, de Wilstermann se encargó de dibujar una sonrisa a su parcialidad tras un remate con pierna derecha que impulsa la pelota al sector izquierdo del arquero Daniel Vaca, que nada puede hacer para evitar el gol.
Las características de juego obligaba a los dos equipos a dejar todo en el campo de juego, además era un resultado que no esperaban los atigrados, en tanto que los rojos se rearmaron para defender esa conquista, pero a los 19 minutos los dueños de casa aprovechan una jugada rápida toma la pelota Pablo Escobar para pasarle a Ernesto Cristaldo quien de cabeza decreta el empate (1-1) la pelota ingresa sobre la base del palo izquierdo.
En la segunda etapa el gol pudo ser para cualquiera de los dos, ambos equipos atacaron, generaron juego rápido, los arqueros (Daniel Vaca y Raúl Olivares respectivamente) tuvieron mucho trabajo pero intervinieron en el momento oportuno.
Wilstermann logra llegar con peligro en el minuto 88 y marca la diferencia mediante David Díaz quien consigue tocar la pelota para asegurar el 1-2, en una maraña de pies el jugador consigue la conquista y deja callados a la parcialidad local. Para los dos equipos se había terminado el tiempo, los más presionados fueron los atigrados quienes terminaron sucumbiendo en su casa y perdiendo el invicto.
Wilstermann no fue un presa fácil para el Tigre, por algo está invicto, fue efectivo en los ataques que generó, algo que le faltó al cuadro que es dirigido por el paraguayo Pablo Caballero.
Es que este Tigre fue menos aguerrido que el de anteriores presentaciones, le faltó más orden en los ataques que generó y pecó en dejarse llevar por la desesperación.
Apenas comenzó el cotejo cuando ya hubo una llamada de atención de los atigrado, quienes primero estudiaron al rival, tuvo la pelota por varios minutos, pero que después chocaron con la reacción del rival que hizo lo suyo y le comenzó a complicar.
El primer gol del partido fue convertido mediante la vía del penal, el jugador Omar Morales, de Wilstermann se encargó de dibujar una sonrisa a su parcialidad tras un remate con pierna derecha que impulsa la pelota al sector izquierdo del arquero Daniel Vaca, que nada puede hacer para evitar el gol.
Las características de juego obligaba a los dos equipos a dejar todo en el campo de juego, además era un resultado que no esperaban los atigrados, en tanto que los rojos se rearmaron para defender esa conquista, pero a los 19 minutos los dueños de casa aprovechan una jugada rápida toma la pelota Pablo Escobar para pasarle a Ernesto Cristaldo quien de cabeza decreta el empate (1-1) la pelota ingresa sobre la base del palo izquierdo.
En la segunda etapa el gol pudo ser para cualquiera de los dos, ambos equipos atacaron, generaron juego rápido, los arqueros (Daniel Vaca y Raúl Olivares respectivamente) tuvieron mucho trabajo pero intervinieron en el momento oportuno.
Wilstermann logra llegar con peligro en el minuto 88 y marca la diferencia mediante David Díaz quien consigue tocar la pelota para asegurar el 1-2, en una maraña de pies el jugador consigue la conquista y deja callados a la parcialidad local. Para los dos equipos se había terminado el tiempo, los más presionados fueron los atigrados quienes terminaron sucumbiendo en su casa y perdiendo el invicto.